No, no te asustés, obviamente a tu logo no le puede dar Covid pero lo que si puede pasar es que no esté tan sano como podría. Hablemos del tema.
El logotipo es la representación gráfica de tu empresa, es la cara de tu negocio, la carta de presentación, la primera impresión que obtienen tus posibles clientes y por si solo muchas veces es en un indicador para tomarte en cuenta y confiar o llegar a descartarte. Por esto se convierte en un elemento tan importante pero que muchas veces no se le da la atención requerida.
Existen varios tipos, pueden estar formados solo por letras, a estos se les llama logotipos, pueden estar formados por letras y símbolos y ser llamados isotipos o pueden ser imagotipos que están formados por letras y símbolos que solo funcionan cuando están juntos. Sea cual sea el tipo que representa a tu pyme, debemos aclarar que este elemento es solo una parte de la marca, ya que a esta la constituyen muchos elementos más allá del logo, pero este es el principal.
El papel del logotipo es identificar a la empresa, por lo tanto debe estar alineado a su propósito, a su razón de ser, debe transmitir sus valores y ser atractivo para el público meta o tipo de cliente que desea atraer. Si esto no es así, esta es tu primera señal de alerta. No es una tarea fácil pero se logra cumplir por medio de los colores, el tipo de las letras, las formas, las texturas y la composición que utilice el logotipo.
Más allá de esa parte técnica, un buen logo cumple con ciertas características que lo catalogan como tal y que te pueden servir como guía para diagnosticar el actual de tu empresa. Estas características son las siguientes:
1. Es memorable: debe ser diferente a lo que ya existe, o por lo menos no parecerse a los de tu competencia, es importante que cuente con un factor que lo haga identificarse entre los demás y que lo ayude a ser recordado.
2. Es sencillo: los logotipos entre más sencillos sean mejor van a cumplir con su papel y su objetivo para una empresa, muchas veces el que sea cargado o tenga muchos elementos complejos no permite su fácil comprensión, lo que lo torna ilegible.
3. Es representativo: debe estar alineado a la empresa, sus productos o servicios, su propósito y valores.
4. Es escalable: significa que debe ser adaptable en tamaño y colores para las diferentes plataformas o medios donde podría usarse, es decir, desde colocarse en un lapicero hasta usarse en una valla publicitaria.
5. Es original: creado exclusivamente para la marca. Actualmente existen aplicaciones o sitios que permiten contar con un logo en cuestión de minutos, sin embargo por más que se intenten personalizar estos no son originales y suele pasar que podemos llegar a encontrar similares, o peor aún iguales, en otros negocios, logrando que los clientes en lugar de reconocernos nos confundan.
6. Es duradero: las modas también llegan a imponerse en temas de logo y esto no debería ser, si nos basamos en una moda para crear un logo tendríamos que llegar a cambiarlo cuando la moda pase porque estaría desactualizado y ya no llamaría la atención, lo que provocaría incurrir en un gasto innecesario.
Otra recomendación que te de damos es que el logo de tu empresa debe existir en alta calidad, contar con las versiones correctas (full color, versión a una tinta, blanco y negro) y los formatos adecuados (para impresión y para uso en digital).
¿Cómo está la salud de tu logo? Contanos, nos encantaría conocer tu caso.
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